"Son acusaciones falsas. Todo lo que dicen esos 20 socios productores de uva que el año pasado incumplieron nuestros estatutos al no traer su uva a la cooperativa, forma parte de una cortina de humo para esconder sus infracciones y su falta de lealtad hacia el resto de socios". Así se expresan desde la sociedad cooperativa agraria COATO, donde informan que tras este flagrante incumplimiento su consejo rector inició el pasado octubre conversaciones con dos objetivos: por un lado, negociar su expediente sancionador; y, por otro, informarles de los resultados de la campaña, como a cualquier otro socio de la cooperativa.
Además, en estos encuentros se les planteó la firma de un documento, que expiraba el 31 de enero, para que se comprometieran a aportar su cosecha para la campaña 2021. "Era necesario para realizar una buena planificación y gestión comercial de la campaña, y para incluir esas parcelas en la auditoría del sello de calidad Global Gap, que es indispensable para vender en Europa", manifiesta Antonio Costa, vicepresidente de COATO.
Sin embargo, desde la primera reunión este pequeño grupo de productores de uva informaron verbalmente en varias ocasiones de su decisión firme de no aportar su cosecha. Una postura que, de nuevo, contravendría totalmente los estatutos que los socios de la cooperativa están obligados a cumplir.
Perjuicio al resto de socios
Desde COATO se confirma que estos socios ni están expulsados ni sus derechos han sido obviados. "Se les ha informado del balance de la pasada campaña, como es obligación de la cooperativa, y si no han sido asesorados durante la campaña es porque se han autoexcluido al mostrar su intención de no colaborar con la cooperativa aportando su cosecha, como es su deber de socio", explica Ginés Cascales, director-gerente de la cooperativa, que adelanta que si confirman su postura esta campaña volverán a ser expedientados.
"Toda esta situación que han creado es porque quieren irse, pero no quieren pagar el peaje de haberse equivocado y haber perjudicado al resto de sus compañeros. La única razón de que no hayan pedido la baja es porque es una manera de abandonar la cooperativa sin que quede la posibilidad de reclamarles daños y perjuicios por sus acciones, que van en detrimento del interés general de los socios", resume el vicepresidente de COATO.
A pesar de la falta de aportación de uva de este minúsculo grupo de productores, el pasado año los resultados de liquidación de la campaña de uva fueron razonablemente buenos. "Tal es el buen ánimo que muchos socios han ampliado parrales y hay varios agricultores de uva interesados en incorporarse como cooperativistas a COATO", destaca Cascales.
Por el beneficio personal
Desde COATO se duelen de que estos socios hayan mentido ante esta situación únicamente pensando en su beneficio personal. "Estamos valorando emprender acciones para que se desmientan esas informaciones falsas. Es inadmisible esta postura porque hemos hecho todo lo que está en nuestra mano para reintegrar su actividad en este año, pero nos hemos encontrado con una actitud nada conciliadora", indica Costa.
De hecho, desde COATO contraponen la gestión de esta situación a la crisis vivida con los productores de almendra hace escasos años. "Esta vez se ha gestionado con transparencia, espíritu de negociación y buen talante, a diferencia de cómo se trataron por parte José Luis Hernández Costa hace algunos años las protestas realizadas por los socios de la sección de almendra", apuntan.